“How come you bought this wreck of a house?”

is a question which was asked to me more than once. And I must agree, I asked myself this question frequently, especially during the restoration works of the existing house.

The house actually came on my path. My parents own a piece of land with a large shed, which is used for hobby purposes. This piece of land is situated about 800m away from the house where I grew up. During my youth I spent a lot of my time in the shed getting my hands dirty while working with wood and metal. Neighboring this piece of land there is a small house where an old lady used to live. We always had good contact with her and helped her maintaining her garden.

One day we received the news that the old lady had passed away. At that time I was living in a small apartment in the city of Schiedam (near Rotterdam) and was considering the idea of moving back to where I grew up. The opportunity of buying a house situated adjacent to the large shed where I spent so much of my free-time made me enthusiastic. With this mindset I contacted the family of our old neighbor, to find out what the plans were for the house. Long story short, after a couple of weeks I was signing the purchasing contract for the house!

And this was the start of a huge project, I only didn’t realize how big it would get!

For pictures of the original house click here.

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“¿Cómo has comprado esta ruina de casa?”

es una pregunta que me han hecho en multitud de ocasiones. Y he de reconocer que yo frecuentemente me he hecho la misma pregunta, especialmente durante los trabajos de restauración de la casa original.

Digamos que la casa llegó a mí. Mis padres poseen un terreno con un gran cobertizo que se usa para múltiples aficiones. Este terreno está situado a unos 800m de la casa donde crecí. Durante mi infancia pasaba mi tiempo libre en el cobertizo, trabajando con madera y metal para mis proyectos. Colindante el terreno hay una pequeña casa donde una señora mayor solía vivir. Siempre mantuvimos buena relación con la señora y le ayudamos a cuidar de su jardín.

Un día recibimos la noticia de que la señora había fallecido. En aquel momento yo vivía en Schiedam (cerca de Rotterdam) y estaba considerando la idea de volver a vivir al lugar donde crecí. La idea de comprar la casa adyacente al cobertizo donde tanto tiempo pasé durante mi infancia me entusiasmaba. Con esa mentalidad, me puse en contacto con la familia de la antigua propietaria para averiguar cuáles esas sus planes con respecto a la casa. En pocas palabras, un par de semanas más tarde me encontraba firmando el contrato de compraventa de la casa.

Y éste fue el principio de un gran proyecto, ¡aunque no sabía en ese momento cuán grande llegaría a ser!

Para ver más fotos de la casa pinchar aquí.