Like a box of chocolates!

In the summer of 2012 I entered the house for the first time as the official owner. Before purchasing it I had done an inspection of the structural integrity of the house, so I knew that there was some restoration work to be done. However, the work turned out to be a lot more than I had expected. Naively, at the moment of signing the contract it looked like a good deal to me, but later on I realized that I should have gotten a big discount instead.

I had also totally misjudged the amount of stuff stacked in the small house. Since the family of the old woman did not have any interest in the personal effects I got them for free together with the house. It took me a full weekend to empty it. I had to go several times to the garbage center with a big trailer to get rid of all the stuff of the previous owner, which included, among other things, 7 mattresses, family portraits and a basket filled with dirty laundry… (Pictures of the first day at the house can be found here).

Once the house was completely empty we could finally start stripping it. We began at the ceiling. The previous owners had installed a false ceiling throughout the house. This ceiling turned out to be another unexpected surprise! As soon as we removed the first plate of the false ceiling, an avalanche of mice nests combined with mummified mice came down on us. Within a weekend we broke away the ceiling and its support structure, which revealed some pretty nice old beams. This was the start of a very dusty period at the house.

Next we proceeded with the walls. We knew that they were in pretty bad condition and that we had to insulate them from the inside. As soon as we started stripping them we noticed that they were quite humid. We discovered the true extent of this humidity when we removed the old closets which were standing in the house: a large area of mold was covering the gypsum plates of the walls. It became clear that the construction of the insulation frame had been poorly done. Besides the humidity problems, we also came across a small indoor forest where several branches of the outdoor creeper plant had found its way into the house. This, in turn, resulted in even more severe humidity issues.

To complete our demolishing adventure, we continued with the wooden floor. After removing the carpets we discovered the terrible state of the floor. There were numerous rotten floorboards and broken floor beams. The damage was way too big to try to repair it so we made the decision to install a concrete floor system instead.

At this point huge piles of rubbish and wreck started piling up outside the house. It took us quite some rides to the recycling center to get rid of all of it and a few breaths to remain calm. Fortunately, we found solutions to every surprise that we encountered, so we never lost hope that we could make that wreck our dream house.

Note: all pictures of the stripping process and our multiple surprises can be found here.

So, what are your experiences with buying second-hand houses? Did you also had such bad surprises? Or were there also some nice ones?

In the next post we will walk you through the restoration work of the facade which turned out to be even dustier!

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¡Como una caja de bombones!

En el verano de 2012 entré por primera vez en la casa como propietario oficial de la misma. Antes de comprarla inspeccioné a la integridad estructural de la casa, por lo que ya sabía que hacía falta mucho trabajo de restauración. Aun así, la restauración que la casa necesitaba fue mucho mayor de lo que había esperado. Inocentemente, a la hora de firmar el contrato pensé que ése era un buen trato, pero más tarde me di cuenta de que debía haber pedido un gran descuento.

También infravaloré la cantidad de cosas que había apelotonadas en la casa. Como la familia de la propietaria anterior no tenía ningún interés es sus efectos personales, los obtuve gratis junto con la casa. Tardé todo un fin de semana en vaciar la casa. Tuve que hacer varios viajes al vertedero con el carro para poder deshacerme de todas las posesiones de la señora, que incluían entre otras cosas 7 colchones, retratos familiares y una cesta con la ropa sucia… (Las fotos del primer día en la casa se pueden ver aquí).

Una vez que la casa estaba completamente vacía pudimos comenzar finalmente a desmantelarla. Comenzamos por el techo. Los anteriores propietarios había instalado un techo falso en toda la casa, y ¡éste resultó ser otra gran sorpresa inesperada! Tan pronto retiramos la primera placa del techo, nos cayó encima una avalancha de nidos de ratones junto con ratones muertos. En un fin de semana logramos quitar el falso techo y su soporte, lo que puso al descubierto unas bonitas vigas viejas de madera. Fue entonces cuando comenzó un polvoriento periodo en la casa.

Proseguimos con las paredes de la casa. Sabíamos que se encontraban en malas condiciones y que había que aislarlas desde dentro. Según comenzamos a desmantelar las paredes nos dimos cuenta de que estaban bastante húmedas. Al mover los viejos armarios que se encontraban contra la pared descubrimos la verdadera extensión de la humedad: una gran área de moho cubría el yeso de las paredes. Estaba claro que la construcción de la estructura para el aislamiento estaba mal hecha. Además de los problemas de humedad, también encontramos un pequeño bosque interior donde varias ramas de la planta trepadora de la fachada se habían abierto paso hacia dentro de la casa. Por consiguiente los problemas de humedad eran aún más graves.

Para completar nuestra aventura demoliendo la casa, continuamos con el suelo de madera. Al quitar la moqueta vimos el terrible estado en el que se encontraba el suelo. Había varios tablones de madera podridos y algunas vigas debajo estaban rotas. El daño era demasiado grande como para intentar repararlo por lo que decidimos instalar un suelo de hormigón.

En aquel momento los escombros empezaban a apilarse fuera de la casa. Tuvimos que hacer varios viajes al centro de reciclado para poder deshacernos de todo ello y tuvimos que parar para respirar y mantener la calma. Afortunadamente, encontramos solución a todas las sorpresas que nos encontramos y nunca perdimos la esperanza de poder transformar aquella ruina es nuestra casa de ensueño.

Todas las fotos de este proceso y de las múltiples sorpresas que nos llevamos las podéis encontrar aquí.

Ahora bien, ¿cuáles son vuestras experiencias con casas de segunda mano? ¿Habéis tenido sorpresas tan desagradables? ¿O ha habido también buenas sorpresas?

En la siguiente publicación hablaremos del proceso de restauración de la fachada que resultó aún más polvoriento.